A bordo de la réplica de un barco vikingo,
los espectaculares Drakkar del siglo XI llegan los invasores del norte
a la costa con el objetivo de tomar las Torres del Oeste. Los restos de
las viejas torres defensivas medievales, son el objetivo de intrépidos
bárbaros del norte, coronados con sus cascos cornudos, saltan a tierra amenazadores con
feroces alaridos de guerra y mostrando sus espadas. Los
habitantes de la villa intentan resistir y es entonces cuando se
produce una batalla simulada, donde los participantes acaban
completamente empapados de vino.